“El encuentro con Jesús día a día nos anima a empezar de nuevo”
El amor de Dios, la Salvación venida de parte de Jesucristo, la intervención del Espíritu Santo y la intercesión de la Virgen María y de todos los santos son los pilares fundamentales en la vida de Lola Relinque Rodríguez, quien pertenece a Cáritas parroquial y a las Pequeñas Comunidades.
Expresa que en la cotidianidad vive la fe con frescura y sencillez. “No oculto mi amor a Dios sobre todas las cosas e intento dejarme llevar por su voluntad, para conseguir ser iluminada por el Espíritu Santo para hacer la voluntad del Padre, intento comulgar y recibir el Sacramento de la confesión con regularidad, rezo a diario y durante todo el día. La oración diaria, directamente con el Padre me ayuda a centrar el día y ponerme en sus manos”.
Lola refiere que “la resurrección del Señor nos da esperanza, nos subraya la alianza de contar con nosotros por toda la eternidad. Jesús Resucitado no señala una nueva vida, libres de pecado para empezar de nuevo. El encuentro con Él día a día nos anima a empezar de nuevo. Con Cristo Resucitado, nos ponemos en manos de Dios para de nuevo coger el camino de la salvación”.
Recomendaría a aquellas personas que para empezar a acercarse a Jesús y por miedo o desconfianza, dudan “lo primero es que no se asusten, porque si tienen en su corazón la intención de acercarse a Dios, es porque Él les está llamando para formar parte de su pueblo, de su reino, de su grupo de insustituibles hijos”.
“Si están sintiendo la necesidad de acercarse, déjense llevar por ese deseo. No tengáis miedo, no hay por qué. Dios es amor, no hay temor a su lado. Solo hay misericordia, abrazo, acogida. Dios no pregunta por el pasado, sólo está esperando, con los brazos extendidos, que le mires un segundo, porque sabe que una vez que le eches un vistazo, no podrás girar la vista. Él está para acurrucarte y decirte lo importante que eres, está esperando para decirte la misión que tiene para ti, para los que te rodean, te está esperando para acompañarte en las decisiones más duras que tengas que enfrentarte, para enjugar tus lágrimas de tristeza en lágrimas de alegría”.
Además, no se puede obviar o dejar a un lado, el acercamiento a la Virgen Santísima, “verás que no podrás más que contar las maravilla que hace en ti.
¡Ven!”.
Lola Relinque