Durante su homilía, Monseñor Asenjo refirió que “el signo más elocuente del amor de Dios por la humanidad es la cruz de Cristo, que es para nosotros fuente de vida eterna”.
“Esta mañana, con infinita gratitud, adoramos, reverenciamos y bendecimos la cruz de nuestro Señor Cristo, en ella se manifestó el amor extremo con que Dios amó a su hijo y ama a los hombres. Jesucristo nos declaró su amor con el lenguaje de la cruz”, dijo.
El Arzobispo de Sevilla expresó también que “entre las grandes religiones de la humanidad, no hay otro signo, ni otro símbolo más universal y frecuente, pintado, representado y esculpido, venerado y adorado que Cristo”.
En referencia a San Pablo, Monseñor Juan José Asenjo manifestó que “la cruz de Cristo es escándalo para los judíos y necedad para los griegos, más para nosotros es fuerza de Dios y sabiduría de Dios”.
Agregó que “la verdadera sabiduría consiste en descubrir las razones últimas, las motivaciones profundas del drama del calvario de la Pasión y Muerte de Jesús”.
Al término de la celebración litúrgica, los asistentes veneraron el Lignum Crucis de la Confraternidad.
Puede leer la homilía
{phocagallery view=category|categoryid=74}
Fotos: Miguel Ángel Osuna