Fotos del monasterio
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Hemos tenido tiempo de trabajo: Nuestro compromiso era trabajar durante tres horas y media al día en las tareas que nos encomendaran las monjas. Hemos hecho casi de todo: montar cajas para los dulces que venden, barnizar, pintar, limpiar con agua a presión, recolectar frutos… Han sido jornadas de trabajo cortas pero intensas, que les han enseñando el valor de las cosas y a esforzarse.
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Comidas para coger fuerzas
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Tiempos de descanso y digestión antes de ir a la piscina
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Tiempo para ir a la piscina
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Hemos tenido veladas con juegos de mesa y distintas dinámicas que nos han servido para conocer a otras personas, abrirnos al grupo y también aprender.
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Las monjas nos han preparado unas comidas espectaculares, y meriendas que intuimos que son pecado mortal por necesidad…
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También hemos compartido momentos de oración
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Hemos recibido formación tanto de los monitores (con Miriam prepararon el mapa que nos ha acompañado durante todo el campamento, Belén y el Padre Adrian les dieron el taller sobre la eucaristía), como de las monjas (Sor pilar les dio taller sobre vocaciones y Sor Esperanza sobre la importancia de la Palabra y la Liturgia de las horas)
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Alumnos muy aplicados
Compartimos el domingo la eucaristía con los padres y con la congregación
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El domingo después de misa intercambio de impresiones con los padres, monjas y monitores
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Hemos hecho grandes amigos independientemente de la edad
Foto del equipo de monitores
Empezando por la derecha Belén Muñiz Salazar (catequista de la parroquia), Daniel Mir (estudiante de 4º curso de Ingeniería mecánica en la Universidad de Navarra), Don Adrián Ríos Bailón (párroco de la parroquia San Juan Pablo II y organizador del campo de trabajo), Miriam Serrano Muñiz (catequista de confirmación de la parroquia), Noemí Castilla Bolea (profesora de Religión de secundaria y catequista de confirmación de la parroquia).
Y como de buen nacido es ser agradecido:
Agradecer al colegio San Alberto Magno, que nos permitiera impartir las catequesis cediéndonos desinteresadamente sus instalaciones y organizar el campo de trabajo.
A Don Adrián que nos haya brindado la oportunidad de realizar el campamento en este lugar que desde el primer momento nos ha impactado y sobrecogido
A los trabajadores del monasterio (Javier, Antonio, Martín y Ana) por la paciencia y dedicación que han tenido con nosotros y por enseñarnos que todo en esta vida exige un sacrificio
A la comunidad que desde el primer momento nos ha recibido con los brazos abiertos ofreciéndonos su casa. Nos hemos sentido parte de su comunidad compartiendo con ellas momentos de oración como las vísperas.
A Sor Esperanza que con ilusión y entusiasmo nos ha enseñado la importancia de la palabra y la liturgia
A sor Mª Paz por el cariño que nos ha transmitido estos días, y por los abrazos y besos que han recibido las más pequeñas.
A Robledo, nuestra cocinera, por esas comidas tan suculentas.
A sor María Robledo siempre tratando de complacernos, pendiente del menú y por esos “pedazos” de gazpachos.
A sor Inés que con tesón, tranquilidad e ilusión ha recorrido ese pasillo en infinitas ocasiones diligentemente, siempre alegre, dulce, cariñosa y servicial. ¡Nos la queremos llevar a casa!!!!
Y qué decir de Sor Pilar, divertida, resuelta, simpática… Su testimonio nos ha impactado. Para muchos un ejemplo a seguir. En definitiva, “¡eres un crack!”
Finalmente decir que ha sido una experiencia inesperadamente satisfactoria, maravillosa, inolvidable, muy positiva, y que nos gustaría volver a repetir.
Sólo nos queda deciros a todos los que habéis hecho posible esta aventura: Gracias, Gracias y Gracias.
http://www.archisevilla.org/gallery/campo-de-trabajo-de-la-parroquia-san-juan-pablo-ii/
