Hoy tomé posesión de la parroquia en un salón de actos, recordando los tiempos en que a San Juan Pablo II lo llamaban Lolek.
Y despues rezamos el Viacrucis hasta el terreno del futuro complejo parroquial, por ser la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, lo que me recuerda la invitación a configurarme con el Misterio de la Cruz de Cristo que me indicó el Arzobispo el dia de mi Ordenación sacerdotal, hace diez años y dos dias. Y yo me admiro: Cuánto me quiere el Señor, Dios mío!