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«¿Necesitará mi parroquia algo de mí? ¿Necesitará catequistas? ¿Necesitará mis conocimientos profesionales como voluntario? ¿Necesitará que sea generoso con mi dinero?»

Nacidos de las aguas bautismales somos miembros de la Iglesia. ¡Qué tiempos tan bonitos nos ha tocado vivir! Unos tiempos que nos hablan de un mundo muy necesitado de Dios, muy necesitado de esperanza y muy necesitado de la alegría de un Dios que ama a los hombres. Este es el Dios que anuncia la Iglesia y el Dios en el que creemos: el Dios de Jesucristo.

Igual que muchas familias, padres, hijos, abuelos, se reúnen los domingos para comer y lo viven con alegría, también la familia de los hijos de Dios nos reunimos el domingo en la eucaristía, en el banquete al que Dios nos. Quizá no seamos conscientes de la alegría y del gozo que supone «poder ir a misa». Nos reunimos con nuestros hermanos en el nombre del Señor. Así comenzamos cada eucaristía: «En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo».

En la Parroquia San Juan Pablo II tenemos la oportunidad de vivir nuestra fe en una parroquia concreta, cerca de nuestros hogares, y en una diócesis determinada, Sevilla, con otros cristianos de todas las edades, y con los sacerdotes y religiosos, que nos preside en la fe y en la caridad nuestro Arzobispo, D. Juan José Asenjo. No vivimos la fe en soledad, sino en comunidad junto a otros hermanos nuestros.

¿Cómo desentendernos de nuestra Iglesia diocesana? ¿Cómo no preocuparnos por nuestra parroquia? En el seno de una parroquia hemos recibido el don de la fe por el bautismo, que es el mayor regalo de amor, de misericordia, de comprensión, de alegría, que se nos da. Pero lo que hemos recibido gratis, hemos de darlo gratis. ¿Necesitará mi parroquia algo de mí? ¿Necesitará catequistas? ¿Necesitará mis conocimientos profesionales como voluntario? ¿Necesitará que sea generoso con mi dinero?

Por eso, «Participar en tu parroquia es hacer una declaración de principios». Es reconocernos hijos de Dios, hermanos unos de otros, miembros de la misma comunidad parroquial, insertada en la gran comunidad de la diócesis.

En este sitio puedes descargarte dos modos de colaborar económicamente con nuestra Parroquia. Es conveniente que rellenes los dos y los hagas llegar al archivo parroquial en el horario que aparece en esta web a fin de poder tener un registro y poder emitir el certificado de donación para la declaración del IRPF