El 1 de septiembre de 2011 fue erigida por Decreto del sr. Arzobispo, d, Juan José Asenjo Pelegrina esta parroquia, titulada entonces Beato Juan Pablo II. Este título se modificó el 28 de abril de 2014, justo un día después de la canonización del titular de la parroquia, quedando finalmente con el nombre de Parroquia de San Juan Pablo II.
Durante los tres primeros años fue confiada a d. Francisco José Blanc Castán, párroco de la Parroquia colindante de Ntra. Sra. de los Ángeles y San José de Calasanz. Pacientemente, mi antecesor fue gestionando la adquisición de ,los terrenos de la futura parroquia, la celebración provisional de la Santa Misa dominical en el salón de actos del Colegio San Alberto Magno, gentilmente ofrecida por sus propietarios así como la creación de un grupo de feligreses que se convertirá en el germen de la futura comunidad parroquial.
Realmente puedo deciros que resulta apasionante acompañar los inicios de esta comunidad parroquial que cuenta nada más y nada menos que con la intercesión de San Juan Pablo II, que desde el cielo nos ayudará a dar gloria a Dios y a instaurar su Reino entre nosotros con la impronta de su rica personalidad, su carisma y su radical apuesta por el ser humano.
Nuestra parroquia será la familia donde ver crecer en la fe a todos aquellos que se acerquen buscando conocer a Jesucristo. Será también la escuela de comunión a que nos invitaba San Juan Pablo II en su encíclica Novo Millenio Ineunte. Por último será una casa donde compartir los dones que Dios nos da personalmente y nosotros debemos poner al servicio de la misión de la Iglesia.
La Iglesia ha mostrado siempre que su razón de ser y su misión es hacer presente a Jesucristo y darlo a conocer hasta los confines del mundo. Por este motivo se extiende allí donde va creciendo la población y se van formando nuevas estructuras sociales que poder iluminar, desde el respeto y la libertad, con la Palabra de Dios. La extensión de Montequinto, y de Dos Hermanas en general, a través de las nuevas zonas urbanísticas de Olivar de Quinto, Los Cerros y Entrenúcleos.
Os invito por tanto a compartir la experiencia de ver crecer nuestra parroquia, consciente de que es la Eucaristía la que hace nacer Iglesia, la oración de los fieles la que la sostiene la fe y la caridad con los necesitados la que hace de la misión una garantía de caminar tras la huellas del Maestro.
Como dijo el Señor a sus discípulos que le preguntaron: ¿Maestro dónde vives?
¡VEN Y VERÁS!
El Párroco
Adrián J. Ríos Bailón nació en Sevilla el 6 de marzo de 1972. Es el primero de los 4 hijos nacidos del matrimonio formado por Adrián y Cecilia.
Es licenciado en Derecho por la Universidad Hispalense y en Comunicación Social Institucional por la Universidad de la Santa Cruz de Roma. Antes de ingresar en el Seminario Metropolitano de Sevilla trabajó durante 5 años en la rama comercial del Banco de Santander. Fue ordenado sacerdote el 12 de septiembre de 2004.
Fue educado en la fe en el seno de su familia y pertenece al Movimiento Scout Católico, a Cursillos de Cristiandad. Es Director Espiritual de la Hermandad del Silencio, pertenece también a las hermandades del Gran Poder, Beso de Judas, Estudiantes y Rocío de Sevilla. Recientemente fue nombrado Canónigo del Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.
En lo que respecta a su vida ministerial ha sido párroco de Ntra. Sra. del Buen Aire, de Marismillas, de Jesús de Nazaret de Lebrija y de Ntra. Sra. de la Oliva, del mismo pueblo. También ha sido Arcipreste de Lebrija y Delegado diocesano de Pastoral Juvenil.
Actualmente compagina su labor parroquial en San Juan Pablo II de Montequinto con la Delegación diocesana de Medios de comunicación y la dirección del programa El Espejo de la Iglesia de COPE Sevilla.
